Conjunto de Cruces del Via Crucis
El conjunto de Cruces del Via Crucis está formado por las siete cruces que se encuentran en el entorno de la Iglesia de San Sebastián y las siete que se encuentran en el entorno de la Ermita del Nazareno. Habría cuatro cruces más que completarían el conjunto del municipio, pero que no tienen ninguna relación con el Via Crucis. De las siete cruces que se encuentran en la Iglesia de San Sebastián, tres se encuentran en el muro sur, una en el muro norte y las otras tres rodeando el ábside. En cuanto a las cruces que se encuentran en el entorno de la Ermita, encontramos tres de ellas en línea, otras tres en el mismo pedestal, formando un Calvario y la última frente a la portada de la Ermita.
Se trata de un conjunto singular religioso, que representa las diferentes estaciones del Via Crucis. Todas las cruces están construidas en granito, sobre un pedestal del mismo material, por lo que comparten morfología y probablemente fueron construidas en el mismo tiempo. La cruz central del conjunto del Calvario se eleva sobre una columna estriada y un capitel dórico apoyada sobre un pedestal cilíndrico en contraposición a los del resto de cruces de forma prismática.
No se conoce el momento de su construcción, pero se puede especular que son posteriores a la construcción de la Iglesia (en el siglo XVI) y de la Ermita (se desconoce el momento de su construcción, pero parece ser que ya existía a principios del siglo XIX, aunque se encontraba en mal estado). Cuatro de las cruces que se encuentran en el entorno de la Ermita debieron ser colocadas ya en el siglo XX, según testimonios de los vecinos.
Las cruces que nos encontramos en el entorno de la Iglesia de San Sebastián no siempre han estado en el mismo lugar, ya que cinco de ellas fueron reubicadas cuando el cura párroco, en nombre del Obispado de Ciudad Rodrigo, cedió una franja de terreno de cuatro metros del atrio de la iglesia al Ayuntamiento para la construcción del frontón en 1914. Fue este mismo cura párroco el que decidió el nuevo lugar en el que se situarían las cruces y el que pidió que se arreglara una de ellas, puesto que se había perdido la cabeza de la misma. Las otras dos cruces, según testimonios de los vecinos, se encontraban en la confluencia de la calle de la Iglesia y la Calle del Sol y en la confluencia de la Calle del Sol y la Calle de Villar de Ciervo.
Se sabe que la celebración del Via Crucis, hasta mediados del siglo XX aproximadamente, se celebraba fuera de la Iglesia y de la Ermita, siguiendo las cruces, por lo que se comenzaba en las cruces que rodean la Iglesia, se seguía por las dos cruces que se encontraban en los dos extremos de la Calle del Sol y se terminaba en la Ermita, tras atravesar la calle del Calvario, hecho por el cual tiene ese nombre. Posteriormente, las dos cruces de la Calle del Sol fueron reubicadas en el lugar que ocupan ahora junto a la Iglesia. En la actualidad, el Via Crucis tiene lugar dentro de la Iglesia o dentro de la Ermita en Semana Santa, y ya no se recorren las distintas cruces. Están en buen estado de conservación y han sido declaradas como Bien de Interés Cultural, en virtud de la disposición adicional 2ª de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español, que hace referencia expresa al Decreto 571/1963, sobre escudos, emblemas, piedras heráldicas, rollos de justicia, cruces de término y demás piezas de análoga índole cuya antigüedad sea de más de cien años; y en virtud de la disposición adicional 1ª de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León.
Finalmente, con respecto a las cuatro cruces que completan el conjunto, nos encontramos con la que se encuentra a la puerta de la Iglesia de San Sebastián, colocada en los años 40 del siglo XX y que conmemora a todos aquellos que dieron su vida por España. Las otras tres cruces marcaban las distintas “hojas” de agricultura, es decir, qué tierras se debían cosechar y cuáles se tenían que dejar en barbecho. Una de esas cruces es la de San Sebastián, que está en el camino de Castillejo de Dos Casas y que aún se conserva; otra es la Cruz del Bosque, que se encontraba en la bifurcación de la carretera de La Bouza y el Camino de Puerto Seguro, a un kilómetro aproximadamente del casco urbano; y la tercera se encontraba en Los Rodillos, en el Camino que une Aldea del Obispo con la localidad portuguesa de Vale de Coelha. Estas dos últimas cruces están desaparecidas. Durante la celebración de San Isidro (el 15 de mayo), la procesión religiosa llegaba hasta una de estas tres cruces para realizar la bendición de los campos y se iban alternando en ciclos de tres años.