Historia
Situado en la frontera con Portugal, a unos 40 kilómetros al oeste de Ciudad Rodrigo, en la provincia de Salamanca, el municipio de Aldea del Obispo cuenta con una rica historia marcada, principalmente, por los avatares de las diferentes disputas territoriales entre España y Portugal a lo largo de los siglos. Aldea del Obispo se encuentra enclavado en un lugar privilegiado, ya que forma parte del Camino Real que unía Ciudad Rodrigo con las poblaciones portuguesas, está a las puertas del Parque Natural de las Arribes del Duero y por él pasa una de las rutas del sur del Camino de Santiago.
Para conocer la complejidad de la historia aldeana debemos remontarnos, aproximadamente, a los siglos I a. C. hasta el II d. C., ya que en esta zona se debieron producir varios asentamientos romanos, que están fechados en el período republicano o altoimperial. Es el caso de los yacimientos encontrados en el Garbanzal de El Gardón, los terrenos de Las Perdigueras y San Pedro el Viejo, el Arrollo de los Pradillos, El Guindo y los terrenos de Valdelacañada. La mayoría de lo hallado en estos yacimientos son tumbas excavadas en piedra que nos remiten a una época de la cual tenemos muy pocos datos en la zona.
Tras estos primeros asentamientos no volvemos a tener noticias del municipio hasta la Edad Media. No se puede descartar que hubiera otros asentamientos en todo ese tiempo, pero no tenemos pruebas de ellos. Para hablar de Aldea del Obispo, en la actualidad, es obligatorio mencionar que incluye el núcleo de Castillejo de Dos Casas. Así, ambas localidades debieron ser fundadas, probablemente, en los siglos XII o XIII, cuando Fernando II de León mandó llevar a cabo la repoblación de la zona, tras restituir el Obispado de Ciudad Rodrigo. La mayoría de estas tierras fueron ocupadas por personas venidas de Salamanca, Zamora, León…, es decir, gente que vivía en el antiguo Reino de León. Como los terrenos, en su mayoría, pertenecían a la Iglesia, estas personas trabajaron las tierras para el Cabildo Catedralicio, y así es como se mantenían. Aunque Castillejo de Dos Casas y Aldea del Obispo eran dos localidades independientes en ese momento, sabemos que para algunas cosas estaban unidas. Por ejemplo, probablemente compartían al cura párroco, así como la gestión de las dos iglesias (la de Castillejo de los siglos XIV-XV, la de Aldea de los siglos XVI-XVIII), ya que los Libros de cuentas de fábrica, visitas y mandatos incluían todo lo referente a las dos poblaciones, así como a la feligresía de El Gardón y, posteriormente en el siglo XVIII, a la capilla del Fuerte.
Otro hecho importante es que en el siglo XII se debió de construir el Castillo de El Gardón, lo que habla de la importancia que adquirió este terreno en ese momento, ya que ahí debió de haber algún señor al que pertenecían algunas tierras, pero que probablemente también fue enviado por la Corona para mantener la paz en la zona, puesto que al ser un lugar de frontera los conflictos debieron ser bastante frecuentes.
Desde luego, el conflicto más importante se dio en el siglo XVII, cuando se produjo la Guerra de Restauración portuguesa (1640-1668). La zona de Aldea del Obispo y Castillejo de Dos Casas, por su emplazamiento, se postuló como una de las más importantes en esa guerra, de ahí que el Duque de Osuna, Gaspar Téllez-Girón y Sandoval, siguiendo órdenes del rey Felipe IV, llevara a cabo la fortificación de la frontera. Dicho duque puso su empeño personal en la construcción de una fortaleza que se situara en la frontera y supusiera la primera línea de defensa frente a Portugal. Así nació el Real Fuerte de la Concepción, también conocido como Fuerte de Osuna, en 1666. Aunque esta fortificación fue demolida un año más tarde, dio origen a uno de los monumentos más importantes que conservamos en la localidad, y también una de las fortalezas más perfectas conservadas en todo el mundo. Como se puede observar, Aldea del Obispo se postuló como uno de los lugares defensivos más importantes del momento, hecho que se confirmó cuando el ministro de Felipe V, José Patiño, abogó por llevar a cabo una nueva fortificación de la frontera en la década de 1730. En 1736 comenzaron las obras de restauración del Fuerte, que finalizaron en 1776. El conflicto más importante en el que el Fuerte jugó un papel destacado fue la Guerra de Independencia española (1808-1814). En cierto modo, la guerra empezó a ganarse por esta zona, a pesar de que el Fuerte fue destruido en 1810 por orden del ejército británico aliado. Se llevó a cabo una demolición parcial, por lo que las ruinas que se han conservado hasta la actualidad están en bastante buen estado, especialmente ahora que se ha llevado a cabo un acondicionamiento del lugar para convertirlo en un hotel.
Como vemos, la historia de este lugar es compleja. Es un sitio marcado por la dureza de la guerra, que dio lugar a varias despoblaciones, pero también por su pertenencia a la Iglesia. No fue hasta mediados del siglo XIX cuando los habitantes del lugar pudieron hacerse con unos terrenos propios, gracias a las Desamortizaciones. Así, poco a poco, la zona irá prosperando y creciendo en su número de habitantes, ya que llegaron a sobrepasar el millar a principios del siglo XX. Los negocios también fueron floreciendo y diversificándose, ya que la mayoría eran familias de labradores, pero también había herreros, taberneros, zapateros, panaderos, molineros, un médico, un farmacéutico, etc.
Como hemos mencionado, Aldea del Obispo y Castillejo de Dos Casas fueron dos localidades separadas durante varios siglos. Sin embargo, llegaron a gestionar de manera conjunta las plazas de médico y de farmacéutico y, en el siglo XX, también la plaza de secretario. Esto demuestra que se trata de dos pueblos que casi siempre han mantenido relaciones cordiales. Debido a la corta distancia que los separa, apenas dos kilómetros siguiendo el camino vecinal, son habituales las relaciones laborales y los lazos familiares entre ambos, como demuestra el hecho de que muchas familias tengan antepasados que proceden de los dos lugares.
La unión efectiva de ambas localidades no se produjo hasta el siglo XX, cuando en 1974 Castillejo de Dos Casas solicitó su incorporación a Aldea del Obispo. Dicha incorporación se hizo efectiva en 1975 y desde ese momento los dos municipios tratan de convivir en armonía, compartiendo los recursos del pueblo y afrontando conjuntamente cualquier problema que pueda surgir.
En la actualidad, Aldea del Obispo está inmerso en un proyecto de promoción turística en el que se invita a cualquiera que quiera visitar la localidad a conocer nuestro patrimonio, nuestra historia, realizar rutas tanto urbanas como rústicas, a pie o en bicicleta. Para todo ello quedamos a su disposición en la dirección de e-mail webaldeadelobispo@gmail.com
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