Soportales de la Plaza
Los Soportales o “Portalillo” de la Plaza se encuentran situados en la Plaza Mayor de Aldea del Obispo. Al entrar en dicha plaza podemos decir que lo que más llama la atención es la presencia de esta construcción, frente a los otros edificios municipales o privados que también están situados ahí.
Los Soportales son una pequeña construcción de planta rectangular, construidos con piedra revestida de cemento pintado de blanco. Sujeta por cinco columnas está la cubierta a un agua con tejas curvas. Las columnas son de piedra granítica y tienen un gran parecido a las Cruces del Via Crucis que se encuentran en la localidad, ya que el pedestal es exactamente igual y solo carecen de la cruz propiamente dicha. En dicho “portalillo” se encuentra también una fila de poyos para que sean utilizados por los vecinos, para sentarse a descansar.
En años recientes, se ha construido también un “portalillo” donde se encontraban los antiguos calabozos. Este “portalillo” tiene una cubierta a un agua de teja curva sujetada por dos columnas. En este caso, la construcción carece de poyos para sentarse.
Se sabe que en la Plaza Mayor había al menos tres “portalillos”. Uno se encontraba en el antiguo calabozo (que no es el actual, puesto que ya hemos mencionado que es una reconstrucción), otro se situaba en el edificio donde se encontraba la antigua escuela de niñas (actual consultorio médico) y el último es el que se ha mantenido hasta la actualidad.
No se sabe exactamente cuándo se construyeron estos Soportales, pero hay al menos dos menciones en las actas de sesiones del Ayuntamiento que apuntan a la construcción de soportales, sin especificar a cuáles se refieren. Así, el 14 de abril de 1878 se dice lo siguiente: “se acordó que se pague la construcción del portalillo en la plaza de arriba”. No especifica a cuál de los tres “portalillos” se refiere, pero es muy probable que apunte la construcción del que conservamos en la actualidad, por una razón principal: durante esos años 70 y 80 del siglo XIX se estaba discutiendo la construcción de la escuela de niñas y la reedificación tanto del ayuntamiento como del antiguo calabozo, por lo que no tendría sentido construir un “portalillo” en un lugar que se va a demoler o que aún no existe. La segunda mención que se recoge en las actas es del 30 de julio de 1903, cuando se llama la atención al vecino Antonio Hernandez de Dios, que estaba construyendo una casa en una de las esquinas de la plaza (que en la actualidad es un bar) y se le piden tres cosas: primera, que el portal tiene que tener las mismas medidas que los otros “portalillos” de la plaza; segunda, que tiene que construir la cubierta del “portalillo” de la escuela de niñas; y tercero, que tiene que poner los poyos junto a las paredes y que tienen que ser para uso público. Igual que ocurría anteriormente, no sabemos si se referían al “portalillo” que aún conservamos. Por lo tanto, de un modo u otro, se puede decir que los Soportales de la Plaza Mayor debieron construirse a finales del siglo XIX o principios del siglo XX.
En último lugar, hay que mencionar que era habitual subastar el “portalillo” para que los comerciantes lo ocuparan los días de mercado (el segundo domingo de mes), aunque no siempre se conseguía alquilarlo.
En la actualidad, los vecinos del pueblo aún se sientan en los Soportales para descansar o para resguardarse del calor.
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